YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO DE EMPÚRIES
Puerta de entrada de la cultura griega y romana a la Península Ibérica, Empúries es un yacimiento excepcional, donde conviven los restos de una ciudad griega, el enclave colonial de Emporion, con los de una ciudad romana, la antigua Emporiae, creada a inicios del siglo I aC sobre las estructuras de un antiguo campamento militar romano.
El yacimiento de Empúries se encuentra en el municipio de L’Escala, frente al mar, al sur de la bahía de Roses, y ha sido calificado por la UNESCO como uno de los más bonitos del mundo. Durante la visita podrá pisar las calles de las ciudades griega y romana, deleitarse con los mosaicos que decoraban los suelos de las casas acomodadas o pedir un deseo al dios Esculapio, que velaba por la salud de los emporitanos. Un pequeño museo muestra una selección de los objetos encontrados durante las excavaciones, testigos de la vida en la ciudad: juguetes infantiles, joyas y enseres personales y domésticos, pinturas …
Cada año se excava y salen a la luz nuevos tesoros que ayudan a construir el relato histórico. Los restos que se ven tienen aproximadamente 2000 años de historia.
Ciudad griega d’Empúries
Durante la primera mitad del siglo VI aC, los comerciantes griegos procedentes de Focea establecieron sobre un pequeño promontorio estratégicamente situado en el extremo sur del golfo de Roses, la Palaia Polis. Un promontorio, además, ocupado ya desde el bronce final y la primera edad del hierro por una población indígena que había mantenido contactos con el comercio fenicio.
Poco tiempo más tarde del establecimiento griego en la Palaia Polis, los emporitanos crearon un nuevo núcleo urbano inmediatamente al sur de la bahía natural, garantizando el control de las instalaciones portuarias. Este nuevo asentamiento, ubicado al este de una de las elevaciones que se levantaban en el entorno de las marismas que delimitaban la antigua línea de costa es lo que se conoce con el nombre de Neápolis (ciudad nueva), denominación otorgada por J. Puig i Cadafalch. La ciudad griega de Emporion, con los núcleos de la Palaia Polis y de la Neapolis, desarrolló su actividad urbana desde el siglo VI aC hasta la presencia romana en el año 218 aC, cuando el puerto emporitano es utilizado como punto de entrada a la península para las tropas romanas en su lucha contra el ejército cartaginés.
Ciudad romana
El 195 aC, Marco Porcio Catón instaló un campamento militar en Empúries que fue el embrión de una nueva ciudad, creada a principios del siglo I aC. En época del emperador Augusto, las ciudades griega y romana se unieron física y jurídicamente bajo el nombre de Municipium Emporiae.
Mientras Gerunda (Girona), Barcino (Barcelona), Tarraco (Tarragona) adquirían cada vez más importancia, Emporiae la perdía progresivamente. En la segunda mitad del siglo III dC, toda la ciudad romana y el sector de la Neapolis estaban ya abandonados, y la población se concentró en San Martí d’Empuries. Esta ciudad fue sede episcopal durante toda la Antigüedad Tardía y sus habitantes utilizaban como cementerio el área norte de la Neapolis, donde encontramos los restos de una capilla funeraria.
Tras la invasión árabe y de la recuperación franca (s. VIII), Empúries fue capital del condado carolingio de Empúries y posteriormente capital del condado medieval de Empúries hasta el siglo XI, momento en que el conde traslada la capital a Castelló. A partir de ese momento, Empúries se convirtió en un pequeño núcleo de pescadores que en el siglo XVI fundan la ciudad de L’Escala.